Pocos esperaban cuando salió el calendario el pasado verano que el Real Zaragoza-Eldense organizado para marzo iba a ser una final para ambos. Y es que los maños han ido cayendo tanto en la clasificación que, tras el triunfo de este miércoles del Burgos, son ahora el equipo que marca la salvación. El sábado reciben a su perseguidor, el único con posibilidades reales de permanencia de los que están en descenso.

Los alicantinos están a cinco puntos de los aragoneses y podrían haber estado más cera si hubieran aguantado frente al Levante en el tiempo añadido, pero se les fue el triunfo y el empate. Sin embargo, su trayectoria es ascendente, mientras que la de los blanquillos es todo lo contrario. Apenas un triunfo con Miguel Ángel Ramírez y dos en los últimos 16 partidos.

El técnicono parece contar con un ultimátum, pero una derrota podría condenarle o dejarle al borde del abismo. Un empate también le complica, pero al menos mantendrían cinco puntos sobre el Eldense más el golaverage particular. El encuentro ha adquirido unos tintes dramáticos en una Romareda que está muy harta de la situación.

El Real Zaragoza puede firmar media salvación o complicarse como nunca. Una final inesperada a comienzos de marzo, pero viendo la planificación deportiva y las decisiones que se han tomado en estos últimos tiempos, no sorprende del todo. Cuando no se hacen bien las cosas, los resultados no pueden ser buenos. Es la hora de los valientes y los jugadores blanquillos están obligados a dar un paso adelante ante un Eldense con más que ganar a perder. La novedad podría ser Marcos Luna, ya recuperado de su lesión muscular.