Ana Peleteiro vuela más bajo… para llegar más lejos y está ya en la final del Europeo indoor de Apeldoorn

Ana Peleteiro sigue volando pero lo hace más bajo y en menos tiempo. A ser posible en menos de dos segundos desde que inicia su salto hasta que cae en la arena del foso tras completar el famoso ‘hop’ (rebote), ‘step’ (paso) and ‘jump’ (salto), los tres elementos de una de las especialidades más exigentes y lesivas del atletismo. Benjamin Compaoré, marido y entrenador de la medallista olímpica en Tokio, ha insistido durante todo este invierno en un cambio del que Ana espera sacar pingües beneficios.

“Estamos intentando saltar de forma más horizontal y mejorando de una vez por toda la técnica, que al fin y al cabo era algo que se me atravesaba desde hace años. La parte técnica es muy importante para ganar sobre todo en salud y longevidad. Benjamin es un crack planificando y confío mucho en su criterio. Las cosas están fluyendo muy bien y me encanta como entrenador”, asegura la gallega, que este jueves ha abierto la participación española en el Europeo Indoor de Apeldoorn (Países Bajos).

Estamos intentando saltar de forma más horizontal y mejorando de una vez por toda la técnica, que al fin y al cabo era algo que se me atravesaba desde hace años. La parte técnica es muy importante para ganar sobre todo en salud y longevidad

Peleteiro se ha metido en la final de este viernes con un segundo salto de 14,14 metros –en el primero talonó lejísimos de la tabla y se quedó en 13,92–, 14 centímetros por encima de lo que se pedía para entrar de forma directa en la lucha por las medallas. Ana, que ya ganó este oro en Glasgow 2019, buscará su octavo metal en un gran evento internacional, algo que no le preocupa en absoluto. 

“El currículum, la verdad, me da bastante igual. Yo lo que quiero es ir a los campeonatos y seguir disfrutando como hago siempre, que es por lo que me levanto cada día para ir a entrenar”, afirma la campeona continental de triple salto en Roma el pasado año.

A Apeldoorn ha llegado con las cuatro mejores marcas de la temporada a nivel europeo por lo que todo indica que podría dominar la final con la misma solvencia que en la Ciudad Eterna, cuando sacó 28 centímetros a la segunda con un mejor vuelo de 14,85 metros, a sólo dos centímetros del salto que le otorgó el bronce en Tokio 2020 y sigue siendo el mejor de su vida casi cuatro años después. 

“Me siento en el mejor momento de forma de toda mi carrera. Entreno todos los días al máximo y creo que aún no he tocado ni mucho menos mi techo”, dice con una seguridad contagiosa tras unos meses vitales de cambios profundos que parecen haberle sentado muy bien.

Me siento en el mejor momento de forma de toda mi carrera. Entreno todos los días al máximo y creo que aún no he tocado ni mucho menos mi techo

“Estoy en un remanso de paz absoluto. Creo que la cabeza es un 80% y estar bien mentalmente me ha ayudado a estar bien físicamente”, explica la triplista española, que se mudó hace poco meses de Guadalajara –donde entrenaba desde 2016 a las órdenes de Iván Pedroso– a Ribeira (Pontevedra). 

Un regreso a sus orígenes que no todo el mundo entendió. “A mí lo que me exija la gente me da absolutamente igual. Yo sé lo que trabajo y soy yo la que me pongo mis metas y objetivos. Estoy orgullosa de mi carrera pero quiero más y creo que puedo dar muchísimo más”, sentencia.

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