Athletic-Mallorca, siempre equis

Las quinielas que comprendan algún Athletic-Mallorca o Mallorca-Athletic llevan una casilla ya marcada por defecto. La equis. Sexto empate entre ambos equipos en los seis últimos compromisos, incluyendo una final de Copa que se tuvo que dilucidar desde el punto de penalti, porque si no tal vez se estaría jugando hoy en día. Cambian los protagonistas, incluido el inquilino del banquillo bermellón, pero el signo de los encuentros no varía. El cuadro balear maniató la furia bilbaína, la desactiva de forma magistral. Los leones no estuvieron cómodos en ningún instante con la tela de araña planteada por Arrasate y cuando no puedes ganar…. intenta no perder. El Villarreal cedió en Vitoria el sábado y las tablas suponían distanciar al Submarino en un punto más en la pelea por la Champions. Pero en los tres últimos compromisos se ralentiza la marcha con dos derrotas y un empate.

Los partidos en San Mamés se han convertido en plebiscitos. Las tribunas permanecen pendientes de un sector pequeño, pero ruidoso, el fondo norte bajo. Lleva esa Grada de Animación en huelga indefinida desde hace tiempo por sentirse maltratada por parte del presidente Uriarte y LaLiga. El mandatario no se ha arredrado y ha impuesto unas normas de obligado comportamiento. Comprensible. La gente sigue con su postura de fuerza y desafía al resto. Por ejemplo, desafía: “¿Dónde está, no se ve la afición de San Mamés?”. Y “Uriarte kanpora” (Uriarte fuera). O se reivindican con “Herri harmaila aurrera (Aúpa la Herri harmaila), ante la pitada del resto. Un follón de cuidado, una división que no se recuerda en la Catedral y del que sale beneficiado el rival, ya que la gente no rema unida para llevar en volandas a los suyos.

Pero al Mallorca tampoco le afectaría mucho tener un estadio bramando en contra. No se desvía de su plan ni con mil truenos reventando los tímpanos. Juntan las líneas muy pobladas, ocupan muy bien los espacios y apenas conceden. Lograron dinamitar la fluidez y el ritmo habituales de los leones, que se dejaban contagiar por las bajas pulsaciones de los baleares y protagonizaban muchas imprecisiones en pases que parecían sencillos. Estaba totalmente atascado. No se vio en el primer tiempo ni rastro de ese fútbol con el que suele avasallar a los que le visitan en San Mamés.

El partido era tedioso, no enganchaba al espectador. Sólo chispazos en las conducciones de Nico Williams o un disparo cruzado de Canales, que se estrenó como titular, sacaban del bostezo. Era todo tan aburrido que hasta se pudo trabar más con una fase de pisotones, choques fortuitos y jugadores bermellones doloridos. Era imposible que el juego alcanzara viveza. Se estaba jugando a lo que quería el equipo de Arrasate, que era el que tenía las ideas más claras y andaba comodísimo. Todo estaba bajo control y hasta se decidieron con un par de aproximaciones hacia el área de Simón.

Los baleares tienen San Mamés entre ceja y ceja. Sus últimos ocho viajes al feudo bilbaíno se habían saldado con un empate y siete derrotas, no ganaban desde 2010, así que rascar algún punto era casi una misión heroica. El estadio necesita un electroshock. Y Valverde lo buscó a través de Iñaki y Sannadi, un chico que ha caído de pie y se ha ganado a la platea con su esfuerzo sin tregua. Su entrada revolucionó la tarde. Nada más pisar el verde, se fue un defensa bermellóin al suelo en una porfía. En dos minuros el choque entró en una coctelera rabiosa, con un gol de Raíllo a saque de esquina, elevándose imperial entre una nube jugadores y bloqueos, y el empate de Nico Williams tras servicio profundo de Gorosabel desde la banda derecha. El extremo cabeceó la pelota picada y le dio en el hombro antes de entrar en la jaula de Greif.

Arrasate volvió a bajar las pulsaciones rápidamente porque aquello no le gustaba. Raíllo se tiró al suelo como si estuviera lesionado y enfrió ese afán de los leones por meter electricidad al duelo. Otra vez envió a la siesta le partido. Incluso los visitantes tuvieron una ocasión inigualable en el minuto 65 para volver a adelantarse tras una acción punzante de Mojica por la orilla izquierda. Centró al área, abrió las piernas Antonio Sánchez para despistar a la zaga y remató complemente solo Samu Costa, pero envió el remate fuera. El Athletic comprendía que su primera misión debía ser desorganizar a un adversario tan cuadriculado con superioridades zonas no tan controladas, a partir de ahí, rastrear algún orificio. El encuentro era como un coche con problema en los inyectores de combustible, arrancaba y frenaba súbitamente. El Athletic lo disparaba, pegaba acelerones, no paraba de apretar, y el Mallorca lo bloqueaba. Era casi imposible dar continuidad. Gorosabel culminó su buenísima actuación sacando por arriba un balón de oro a Dani Rodríguez cuando se disponía a marcar. Arrasate pidió penalti del lateral. Poca cosa para un castigo tan grande. Ahora, a pensar en la remontada ante la Roma. Esa es gorda.

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Clasificación Clasificación PT PJ PG PE PP 2 RMA

57 27 17 6 4 3 ATM

56 27 16 8 3 4

ATH

49 27 13 10 4 5 VLL

44 26 12 8 6 6 BET

41 27 11 8 8

Clasificación PT PJ PG PE PP 5 VLL

44 26 12 8 6 6 BET

41 27 11 8 8 7 MLL

37 27 10 7 10 8 RAY

36 27 9 9 9 9 CEL

36 27 10 6 11

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