El Cádiz, con muy poco, asaltó La Rosaleda. El derbi iba encaminado al 0-0, pero la entrada de José Matos en el minuto 79 lo cambió todo. En el 83′ aprovechó un error de Puga para ganar línea de fondo y asistir a Melendo, que marcó el 0-1. Poco después, en el 85′, definió con mucha clase elevando el balón sobre la salida de Alfonso Herrero. Los amarillos, tras la dura derrota en Albacete, se llevaron el triunfo en su segunda salida seguida para mantener la distancia con la zona de descenso y seguir mirando de reojo los puestos de playoffs, que ahora están a 9 puntos.
Hubo poco que contar de la primera mitad. Málaga y Cádiz se repartieron la pelota, que no las ocasiones. No pasó mucho. Salió algo mejor el Málaga, que con Antoñito Cordero buscaba el peligro en la banda izquierda. El Cádiz buscaba a Ontiveros, muy pitado en su regreso a la Costa del Sol y a Brian Ocampo. Precisamente, fue el uruguayo el protagonista de algunas acciones peligrosas y de la más desafortunada del primer tiempo, con lesión incluida. Su sitio en el campo lo ocupó De La Rosa. El choque bajó el ritmo, como la lluvia y, salvo algún disparo lejano de Antoñito Cordero y Larrubia, no pasó nada. El cuadro de Garitano lo buscó a balón parado con varios saques de esquina en el final del primer acto, pero la defensa malaguista estuvo mejor. 0-0 perfecto para la siesta en su primera mitad.
La segunda mitad empezó con el mismo guion. Sin mucha intensidad, los dos equipos abusaron del toque horizontal atrás. Pellicer intentó agitar el árbol dando entrada a Dioni, Lobete y Kevin de una tacada. Los cambios del de Nules no funcionaban. El Málaga estaba atorado y el Cádiz parecía conformarse con el 0-0. Fueron los cambios de Garitano los que movieron el marcador.
El fantasma del descenso, a 5 puntos
El Cádiz se estiró algo y los amarillos castigaron los fallos defensivos del cuadro boquerón. Puga falló en un balón dividido con Matos y el exmalaguista asistió a Óscar Melendo para el 0-1. El gol fue una bomba atómica al ambiente del estadio y del equipo de Martiricos. Prácticamente en la siguiente jugada cayó el segundo. Matos aprovechó una contra en dos pases tras una pérdida en el centro del campo y no perdonó. Vaselina de mucha clase en el mano a mano ante Alfonso Herrero para sentenciar el partido. La Rosaleda se quedó con la cara partida (ahora a cinco puntos del descenso) y el cadismo presente en Málaga celebró un triunfo que vuelve a ilusionar a los de la Tacita de Plata.